Sembrando ciudades

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En México la zona costera se extiende en más de 11,000 kilómetros, distribuidos en 17 Estados y 265 municipios, que generan el 36% del PIB y concentran casi el 40% de la población nacional. Tanto el desarrollo económico como el crecimiento demográfico de estas regiones implica la explotación y degradación de los ecosistemas costeros, como los manglares, las playas y las lagunas, que constituyen el eje central de su economía y además ofrecen importantes ventajas para la protección del clima y la diversidad biológica.

Esta problemática coloca a las zonas costeras en una situación particularmente vulnerable ante los efectos del cambio climático: recurrencia de huracanes, olas de calor, sequía, escasez de agua, inundaciones, entre otros. Especialmente en las ciudades, la urbanización acelerada y mal planificada es un fenómeno agresivo que tiene consecuencias severas en los ecosistemas adyacentes, pero también en las mismas ciudades, provoca cambios drásticos en el uso de suelo, agota los recursos naturales, aumenta los niveles de contaminación y disminuye la resiliencia climática.

Ante este escenario, el proyecto “Sembrando Ciudades” busca impulsar comunidades resilientes ante el cambio climático a través de la implementación de proyectos demostrativos mediante soluciones basadas en la naturaleza (SbN) y procesos participativos que promuevan la adaptación al cambio climático. El proyecto busca incidir poblaciones vulnerables como infancias, juventudes y mujeres, involucrando en el trabajo conjunto a los tomadores de decisiones, aspirando a que las intervenciones, que sirven para la sensibilización y socialización de la población y gobierno, tengan un escalamiento a una infraestructura permanente o política pública.

 

Toolkit de Infraestructura Verde y Niñez

Es una herramienta integral diseñada para abordar los desafíos socioecológicos en el contexto de las ciudades contemporáneas, centrándose en el bienestar de los niños. Su objetivo fundamental es guiar la planificación urbana de manera informada y sostenible, considerando la importancia de integrar áreas verdes y espacios naturales en entornos urbanos

 

Zonas urbanas con necesidades de reverdecimiento

Índice de vegetación de diferencia normalizada

El NDVI, un índice espectral utilizado para evaluar la presencia y salud de la vegetación varía de -1 a 1, donde valores negativos indican agua, nieve, nubes o construcciones, valores de 0 a 0.2 reflejan suelos desnudos, y valores de 0.2 a 1 representan vegetación. Valores más cercanos a 1 indican vegetación densa con mayor actividad fotosintética. A diferencia del GVI, el NDVI se calcula a partir de imágenes satelitales que no identifican árboles individualmente, por lo que se consideran complementarios.Los resultados destacan que, aunque la mayor parte de la vegetación se encuentra en las áreas periféricas, especialmente en las zonas agrícolas, dentro de la mancha urbana también se identifica vegetación dispersa y algunas áreas más extensas con vegetación en estado de salud que varía entre buena y excelente. Notablemente, algunas de estas zonas con vegetación vigorosa coinciden con los límites de Áreas Naturales Protegidas a nivel estatal en la Zona Metropolitana de Veracruz (ZMV), subrayando la importancia de conservar estos espacios. Además, se observa vegetación en buen estado en sitios dentro o cerca de la mancha urbana que actualmente no están designados como áreas de conservación. Esto sugiere la posibilidad de considerarlos en el futuro para la creación de nuevas zonas verdes, áreas protegidas o la expansión de las existentes.

 

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Índice de vista verde

Este indicador evalúa la visibilidad de la vegetación a nivel de calle, utilizando análisis de imágenes panorámicas de Google Street View (GSV). El método considera la obstrucción de las copas de los árboles y clasifica las imágenes en consecuencia, proporcionando una representación de la percepción humana del entorno desde la perspectiva de la calle. El GVI se presenta en una escala de 0 a 100, indicando el porcentaje de cobertura del dosel en una ubicación específica. Para categorizar el GVI, se hizo un análisis de los valores de mediana de las 30 ciudades con GVI actualmente publicadas en la página de Treepedia del MIT Senseable City Lab. Esto con el fin de que los resultados del presente proyecto puedan ser comparables con los ya existentes. Por lo tanto, se hicieron cinco categorías con los intervalos que se muestran a continuación:
• Muy bajo (0-10%)
• Bajo (10-15%)
• Medio (15-20%)
• Alto (15-26%)
• Muy Alto (>26%)

En la Zona Urbana de Boca del Río, el GVI promedio en las Áreas Geoestadísticas Básicas (AGEB) es de 13.69%, indicando un nivel bajo de percepción de vegetación. No se identificaron áreas con GVI alto o muy alto, señalando una deficiencia de vegetación en las calles.

 

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Fuentes fijas de emisión de contaminación

En la Zona Metropolitana de Veracruz (ZMV) se ubica la zona industrial más extensa del estado, con consecuencias significativas para la calidad del aire y la salud de los ciudadanos. Con el propósito de comprender la cantidad de contaminantes y sus fuentes de emisión, se llevó a cabo una consulta de información pública a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, dirigida a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y al Instituto de Ecología y Cambio Climático (INECC). Los datos obtenidos como respuesta a estas solicitudes revelaron la existencia de 88 fuentes fijas de contaminación en la ZMV, emitiendo anualmente más de 1,700,000 toneladas (año 2020) de contaminantes atmosféricos. De este total, 27,030 toneladas corresponden a contaminantes como PM 10, PM 2.5, PM 1, PST, NOx, SOx, COV, CO, CO2 y O3.
Con el objetivo de mitigar posibles impactos en la salud de los habitantes ocasionados por los contaminantes atmosféricos, se recomienda la creación y mejora de la vegetación en un cinturón circundante a las fuentes fijas de contaminación en la ZMV

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Equidad de acceso infantil a la naturaleza

El índice de equidad en el acceso a la naturaleza de niños y adolescentes4 en la ZMV ponderó variables de factor naturaleza (tamaño de las áreas verdes, estatus de acceso a las áreas naturales protegidas ubicadas dentro o en un radio de 1 km de distancia de la localidad, número de humedales existentes dentro o en un radio de 1 km de distancia de la localidad y las distancias promedio de las escuelas al área verde, área natural protegida y humedal más cercano) y potencial de impacto sobre las localidades (población de niños y adolescentes (de 0 a 17 años), población mayor a 3 años hablante de alguna lengua indígena y población afrodescendiente, índice de marginación, el promedio de NDVI y el promedio de GVI). Se identificaron las localidades que requieren atención prioritaria para mejorar la equidad en el acceso infantil a la naturaleza. Destacan El Tejar, Fraccionamiento Costa Dorada, Fraccionamiento Geovillas Los Pinos, Fraccionamiento Puente Moreno, Hacienda Sotavento, Las Amapolas, Lomas de Río Medio Cuatro, Los Torrentes, Valente Díaz, Valle Alto y la zona Norte de Boca del Río.

 

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Islas urbanas de calor

La IUC se define como una zona metropolitana o urbana cuya temperatura es significativamente mayor a la de la zona rural que la rodea. Esto por la presencia de coberturas del suelo tales como asfalto y concreto que absorben el calor, a diferencia de la vegetación, que está adaptada para repelerlo; estos efectos son más significativos durante la noche, por lo que las IUC tienen un impacto ambiental adicional que consiste en un incremento de consumo de energía para aire acondicionado. Las IUC se analizaron utilizando imágenes térmicas provenientes de satélites, algunos de los cuales proveen las imágenes de manera libre y gratuita, tales como las de los proyectos MODIS y Landsat. Se encontró que la IUC de la zona de estudio fue de 3 °C de diferencia entre la zona urbana y la rural para el periodo 2000-2012, mientras que, para la segunda etapa, de 2013 a 2022, se observa una intensificación, que llega hasta 5 grados de diferencia, paralelo a un incremento generalizado de toda el área, atribuible al aumento de superficies urbanas en la zona y potencialmente al cambio climático global.


El comportamiento temporal se muestra un incremento más acelerado en la zona construida después de 2010 con respecto de la zona rural, además de que la zona urbana previa a 2010 es consistentemente la más cálida, con un valor promedio de 1 °C con respecto de la rural. Se observa también un incremento en la variación interanual en la gráfica de tendencia, es decir, en un periodo de varios años juntos, que va de menos de 0.5 °C al principio del periodo (e.g. 2001 vs 2004), hasta 2 °C (e.g. 2017 vs 2020).

 

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Localidades prioritarias de arbolización 

Los análisis descritos anteriormente pueden usarse en conjunto o de manera independiente para seleccionar las zonas que requieren ser arborizadas, de acuerdo con el problema que se desea resolver. Por ejemplo, para mitigar las islas de calor se deben atender las zonas más cálidas mostradas en el análisis de islas de calor o si se desea estimular la actividad física, la creatividad y el bienestar infantil se debe priorizar la intervención de sitios donde los niños tienen menor acceso a las áreas verdes.

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Los árboles representan la tecnología más eficaz y de bajo costo para enfrentar los desafíos climáticos y socioeconómicos que atañen a las ciudades contemporáneas. Mitigan las islas de calor a través de la sombra que proyectan y el vapor de agua que expulsan a través de sus estomas, mejoran la calidad del aire al remover contaminantes atmosféricos usando sus hojas y corteza, ayudan a disminuir inundaciones al moderar la cantidad
de agua que llega a los escurrimientos, capturan y almacenan CO2 que es el principal gas causante del efecto invernadero. Además, los árboles promueven actividades físicas y de recreación, aumentan la plusvalía del suelo, disminuyen el déficit de naturaleza en niños, reducen la exposición a la radiación solar, entre muchos otros.

Si bien la reforestación urbana es una prioridad y es necesaria, la realidad es que se ha venido haciendo de una forma no planificada y basada en criterios estéticos más que funcionales. Sin embargo, plantar nuevos árboles en las ciudades no es una acción simple, debido al espacio limitado y a las condiciones específicas de cada sitio. Los planificadores y personas con la capacidad de incidir en el espacio público deben utilizar una mezcla de especies con adaptabilidad al ambiente urbano, con mínimos requerimientos de manejo, que hagan uso eficiente del agua, pero que además suministren beneficios sociales y económicos en la medida de lo posible.

Por tanto, el objetivo de esta guía es suministrar información que ayude a seleccionar especies con base en sus características (adaptabilidad urbana, tamaño en estado adulto, forma de copa, longevidad), sus requerimientos (espacio mínimo para el desarrollo de raíces, necesidades de mantenimiento) y las necesidades de la comunidad de la Zona Metropolitana de Veracruz (mejorar la calidad del aire, igualdad de acceso a áreas verdes, mejorar
confort higrotérmico).

 

Inventario digital de alta resolución del Arbolado Urbano

Este análisis proporciona una base sólida del número de árboles existentes en las calles, banquetas y camellones, sitios con mayor cantidad de usuarios y beneficiarios en las ciudades, que normalmente son los que más servicios ambientales prestan y también los que mayor interferencia tienen con otro tipo de infraestructura. Con esta información, se pueden tomar decisiones informadas para gestionar el arbolado urbano de manera efectiva y mejorar los servicios ambientales prestados a la comunidad en 170 ha de área urbana de Boca del Río

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